Entre los Padres apostólicos, se incluye también una obra de carácter apocalíptico que se conoce como "el Pastor de Hermas", y es la más extensa en este grupo de escritos. Al parecer, Hermas vivió a finales del siglo I y durante la primera mitad del siglo II. Su obra consiste en una recopilación de materiales procedentes de distintos períodos en su labor como profeta o predicador de la Iglesia romana. La principal preocupación de Hermas parece haber sido la falta de celo y dedicación de algunos hermanos, pero sobre todo el problema de los pecados post-bautismales, es decir, de aquellos pecados cometidos después de la conversión y el bautismo, pues eran muchos los que habían caído en apostasía a causa de las persecuciones, y que luego se habían arrepentido sinceramente de sus flaquezas.
Para Hermas, el cristianismo parece ser antes que nada una serie de preceptos que debemos seguir. Así, toda su obra, inclusive sus visiones y sus parábolas, tiene el carácter de mandamiento práctico. Aparece en Hermas un gran énfasis en el pensamiento cristiano sobre la doctrina de si "es posible hacer más de lo que requiere el mandamiento de Dios, y así lograr una mayor gloria".