« ...La situación misma
de nuestro tiempo... parece ser el preludio de
una epifanía cristiana del Espíritu Santo;
la cual se manifestará quizás
con suceder hechos prodigiosos, o bien con dolorosos testimonios,
en los que la sangre y las lágrimas de los santos, es decir,
de los cristianos verdaderamente fieles, serán una apología
más elocuente
que cualquier palabra humana... »
« ...Yo os anuncio la palabra de Cristo, yo soy enviado por Cristo, yo, sucesor de Pedro...
Es en nombre suyo que os hablo...
He aquí que se acerca un momento verdaderamente favorable.
Es tal vez lo que decidirá nuestra suerte, nuestra suerte eterna; un momento de fortuna suprema, si sabemos aprovecharlo; de suprema desgracia, en caso de que nos hallara refractarios a escucharlo...
¡El Reino de Dios está cercano!
Convertíos, perdonaos unos a otros, estad en paz y esforzaos por comprender que es la hora del paso del Señor. »
S.S. Pablo VI