"En mi nacimiento
mi Madre Divina me formó una bella sorpresa: con sus actos, con su
amor, con la vida de mi Voluntad que ella poseía me formó mi paraíso
en la tierra, no hacía otra cosa que entretejer con su amor toda la
creación, y extendía mares de belleza para hacerme gozar nuestras
bellezas divinas, dentro de las cuales resplandecía su belleza, qué
bella era mi Mamá, al encontrarla en toda la Creación me hacía gozar
su belleza y la belleza de sus actos; también extendía su mar de
amor para hacerme sentir que en todas las cosas me amaba, y
encontraba mi paraíso de amor en ella, y yo era feliz y gozaba en
los mares de amor de mi Mamá. Ahora, en mi Querer me formaba la
música más bella, los conciertos más deliciosos, a fin de que a su
pequeño Jesús no le faltara la música de la patria celestial. En
todo pensó mi Mamá, a fin de que no me faltase nada de los gozos del
paraíso que yo había dejado; no hacía otra cosa en todos sus actos
que formar alegrías para hacerme feliz, sólo con apoyarme sobre su
corazón sentía tales armonías y contentos que me sentía
cautivado." (Volumen 36,
Diciembre 25, 1938. Escritos de la Sierva de Dios Luisa
Piccarreta).
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